A toda gran burbuja sucede una gran crisis... incluso una recesión. Mucha gente prefiere responsabilizar en masa a la población de su comportamiento arriesgado e irracional comprando casas más caras de lo que deberían ser, movidos por la avaricia y el afán especulativo... Sin embargo, las decisiones de los agregados muchas veces cambian por incentivos perversos, que sí son responsabilidad de gente con poder de decisión a nivel macroeconómico. Por ejemplo, unos tipos de interés demasiado bajos o desgravaciones sólo a la compra de vivienda (discriminando al alquiler) cuando la economía y especialmente la vivienda estaba muy recalentada, o una subida de tipos cuando ya estaba claro que entrábamos en recesión.
En estas instituciones cabe criticar a nuestros gobernantes y al BCE y el Banco de España. Y quizá la persona española con más poder de decisión en el BCE fue el consejero González-Páramo. Sin embargo, en vez de hacer autocrítica de los graves perjuicios que la política monetaria que él decidió desde el BCE ha supuesto para España, se lamenta del paro que ha contribuido a causar y echa la culpa -cómo no- a las rigideces del mercado laboral...
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