También hay que reflexionar sobre el comportamiento de la tierra en todos los sentidos, el cambio climático, la dinámica de las placas tectónicas, los cambios en las corrientes oceánicas derivado del preocupante deshielo de los globos, etc... La fuerza y virulencia con que la naturaleza nos puede golpear es asombrosa y los seres humanos desafiamos continuamente sus leyes con las construcciones que la arquitectura e ingeniería nos van legando en el tiempo e intentamos escudriñar el futuro con las limitadas previsiones que los conocimientos científicos nos permite... pero siempre hay contingencias impredecibles como el descontrol de ciertos isótopos.
Muchos intentan calcular las consecuencias económicas que el terremoto y posterior tsunami ha originado, entre un 2% y 4% del PIB de Japón, porque la industria del reaseguro cubrirá gran parte de las pérdidas económicas originadas y aunque los grandes riesgos están muy repartidos en el mercado reasegurador, las compañías han sacado a bailar los números para determinar los resultados de este año que, sin duda, serán malos para las tres grandes. Esta claro que el peor riesgo es no tener seguro pero hay daños inconmensurables como la pérdida de vidas humanas cuyas consecuencias son irreparables.
Es importante aprender del comportamiento del pueblo japonés, digno de admiración, por la actitud calmada, ordenada y sosegada que están teniendo para no empeorar la situación y continuar lo antes posible con el ritmo normal de sus vidas. Estoy convencido que sacarán conclusiones de este escenario real, el peor de los posibles, pues es un pueblo humilde y respetuoso por las lecciones de su historia aunque dependiente de sus centrales nucleares que les suministra un 30% de su energía por la escasez de combustibles fósiles. Puede que a partir de ahora surja un comportamiento global más responsable, con un mayor respeto hacía la naturaleza y todo lo que ello implica, como llevar una forma de vida más sostenible y en equilibrio con el entorno natural y escaso en el que vivimos.
Algunos habrán pensado, lo que le faltaba a la economía mundial... después de una catástrofe como esta, se suele normalizar todo y en unos meses se vuelve al nivel donde se estaba antes del siniestro, la capacidad de recuperación de las personas es asombrosa y la economía japonesa estará muy pronto recuperada. (El País)
Estas dobles lecciones humanas y naturales deberían, al menos, hacer reflexionar a los Gobiernos. Creo que no tenemos exclusivamente una crisis económica, estamos ante una crisis moral o de valores, porque una parte del planeta ha llegado a un nivel de bienestar que quiere seguir aumentando a toda costa y aunque solo sea para mantener esa calidad de vida, el nivel de recursos energéticos disponibles que hay que tener para satisfacer esta insaciable y soberana "ley de demanda", nos ha hecho dependientes de una energía que no controlamos al cien por cien. Ahora quién pone en duda que, en el peor de los escenarios, las posibles consecuencias que unos átomos pueden tener sobre la humanidad escapan de nuestro control y sobrepasan todo riesgo asumible.
Hola!
ResponderEliminarMi nombre es carlos y soy el webmaster de inviertaenbolsa.com, web que estoy desarrollando poco a poco (aún en construcción).
Tengo entendido que para posicionar mejor en google va bien intercambiar enlaces y me encantaría intercambiar enlaces con su web.
Espero noticias
Muchas gracias!!