Knol parece que ofrece los incentivos adecuados para recoger artículos de calidad: un poco de dinero (el autor se lleva una parte del dinero generado por la publicidad insertada en la página de su artículo) y, sobre todo, reconocimiento a través del nombre del redactor.
Otra diferencia es que, mientras wikipedia tiende a ir perfeccionando una entrada hasta dejar una versión lo más neutral y completa posible, knol va a tener varios artículos sobre un mismo asunto. Al concepto de wiki como sabiduría colectiva y cooperativa Google opone el concepto de knol, que ellos mismos definen como unidad de conocimiento (unit of knowledge). Es decir, un wiki es un proyecto de colaboración, mientras que si tú haces un knol tu eres el único responsable.
El problema es que los incentivos pueden volverse en contra de knol: la gente puede intentar posicionar alto sus artículos de forma artificial (dando valoraciones ficticias, creando enlaces ficticios) y puede ser que la gente no use knol como herramienta de búsqueda de conocimiento porque los primeros artículos sobre un concepto no son los mejores, sino los del autor más vehemente o más ansioso por ganar unos centavos. En segundo lugar, al no existir moderación o edición por parte de Google -al contrario que en Wikipedia, donde se revisan los artículos- puede ser que los fanáticos de determinados temas consigan posicionar artículos sin sustento científico como primeros artículos sobre determinados asuntos: por ejemplo, podríamos encontrar una postura creacionista al buscar "Darwin".
No sé, sólo el tiempo dirá qué postura funciona mejor. Yo, por ejemplo, sólo he contribuído un par de veces en wikipedia, y quizá me piense hacer algo en knol. Desde luego, tendría un gran factor de opinión, porque para hacer una enciclopedia ya está la wikipedia... y no sería por el dinero: los ingresos de la publicidad de este blog (los anuncios están más abajo a la izquierda) fueron en el mes de julio de $2,74, apenas un euro y medio, y eso incluyendo también los clicks de economiajoven.com.
Por cierto, ahora mismo me voy a tomar un cafetito gracias a vuestros generosos clicks del mes pasado.
Nota: A quien le guste leer algo ligero e interesante sobre el tema de los incentivos le recomiendo Freakonomics, por ejemplo el capítulo 2: en qué se parecen un profesor y un luchador de sumo. Tim Harford también es un especialista en analizar los incentivos y la racionalidad en sus dos libros (El economista camuflado, y La lógica oculta de la vida), buenas opciones para pasar el verano leyendo debajo de la sombrilla.
Ojalá no acabe sucumbiendo Wikipedia por aquello de la ciencia abierta frente a la propiedad intelectual.
ResponderEliminarUn saludo Juán!
Mira qué bien! Voy a poder contarles algo a los frikis de mi trabajo (hay unos cuantos emocionados de la web que quieren introducir todas las novedades para luchar contra la corrupción).
ResponderEliminarTambién la cuestión de los incentivos es ampliamente debatida en la oficina de los transparentes.
Danke schön!