En un excelente artículo en El País, Vicenç Navarro explica cómo no podrá haber un sistema público de sanidad universal en EE.UU. mientras las aseguradoras médicas privadas financien de manera tan generosa a los (dos) partidos políticos norteamericanos. En sus decisiones, los gobernantes se distancian del bienestar general y hacen que la clase política tenga muy mala reputación en Estados Unidos.
Además, el sistema privado se revela mucho más ineficiente que el público: en España, con un 5,8% del PIB tenemos una sanidad por termino medio mejor que la norteamericana, en la que se gasta cerca del 20% del PIB.
¿Dónde va esa diferencia? A pagar un sistema muy burocrático y costoso y, claro, a los bolsillos de las aseguradoras. Hace poco, Paul Krugman también apuntaba al sistema médico como un lastre en la economía norteamericana.
Pagar las facturas médicas es la principal causa de bancarrota de las familias.
Pagar las facturas médicas es la principal causa de bancarrota de las familias.
Por eso, pese a que aparentemente nos cueste dinero, prefiero la financiación pública de los partidos políticos. No deber favores a los más ricos es, a largo plazo, una inversión en favor del interés general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario