No me he molestado en buscar datos para analizar la situación económica actual, simplemente me baso en lo que les está costando a mis conocidos en paro encontrar trabajo, y en que a alguno de ellos le han despedido. La situación va a ser muy grave, y creo que es el momento de que todos cedamos un poco: los empresarios deben bajar los precios para poder vender, y los trabajadores deben permitir que su salario baje, al menos en términos reales (que suba menos que la inflación).
Si no es así, el ajuste se producirá más a través de paro.
Los salarios están vinculados al IPC, lo que ha perjudicado a los asalariados cuando el IPC (que no incluye el precio de la vivienda) era muy bajo, pues la tasa de crecimiento de los beneficios era mucho mayor que la de los salarios. En todos esos años, como expliqué en este post, la nueva riqueza generada se destinaba sobre todo a beneficios y menos a salarios.
Ahora, las pérdidas también recaen directamente sobre el capital (los beneficios bajan más que los salarios), pero los trabajadores lo sufren indirectamente a través de paro.
Lo que propongo es un nuevo modelo de negociación colectiva y de convenio colectivo: vincular de verdad el salario a los beneficios empresariales. Hacer a los trabajadores partícipes de los éxitos (y fracasos) de su empresa. Es una manera más justa de repartir la riqueza, sin que los trabajadores se sientan estafados cuando su salario sube un 2% y el beneficio de la empresa un 15%, ni que, cuando las cosas no van tan bien, los empleados vean a los trabajadores como un lastre.
¿Y qué le parece vincular el aumento de los salarios a la productividad?
ResponderEliminarUn saludo
¿De quien depende la productividad de una empresa? ¿Como se mide?
ResponderEliminarCuando los beneficios de una empresa dependen de la idea, oportunidad o monopolio del negocio ¿también se deben vincular a los salarios?
Creo que la cosa es mas compleja.
Totalmente de acuerdo en que es un asunto muy complejo. Precisamente, la solución más sencilla es la vigente ahora: los salarios suben según el IPC. No es justa con los trabajadores en épocas de expansión, en las que no son partícipes de los éxitos de su empresa -a los que contribuyen de algún modo- y no permite un ajuste directo vía salarios en épocas de crisis.
ResponderEliminarAunque, en realidad, el ajuste sí que se produce: los empresarios despiden a los trabajadores (a veces para luego contratarlos más baratos).
¿Son en este caso los trabajadores despedidos culpables de la "falta de ideas" o de la escasa "visión de oportunidades" de los empresarios?
Y un último apunte matizando todo lo que he dicho. El exceso de vinculación de los beneficios a corto plazo -o del valor de mercado de la empresa- con los salarios de los directivos (donde ya se aplica este sistema) les puede llevar a tomar decisiones malas a largo plazo pero que en el corto plazo pueden engañar al mercado, al menos hasta la fecha de cobro de las stock options... y así ha pasado lo que ha pasado.
En el caso de los trabajadores de base, los que no toman decisiones estratégicas, la vinculación con los beneficios hará que hagan su trabajo mejor, probablemente, pero el objetivo de este sistema de remuneración no es tanto que mejoren su trabajo, sino que el propio sistema se adapte mejor a las oscilaciones de los beneficios, permitiendo un mejor reparto de los éxitos y de los fracasos.