domingo, marzo 30, 2008

Fomentar la competencia en el monopolio natural del ADSL

La infraestructura telefónica es un monopolio natural, es decir, un tipo de negocio en el que es más eficiente que haya una sola empresa que mantenga toda la red (si se duplicasen las redes de telefonía el coste aumentaría y sería menos eficiente; lo mismo sucede con la electricidad, el agua...). Lo malo de los monopolios -incluidos los monopolios naturales- es que la empresa monopolista puede abusar de que es la única que ofrece el servicio para subir el precio y ofrecer una calidad no muy buena.

Para solucionar este problema de los monopolios naturales existen varias opciones:
1) Que el estado se haga cargo de ese servicio y el monopolio sea público (eso sucedía con Telefónica hasta que se privatizó). De este modo podrá fijar precios aceptables para las consumidores, pues su objetivo no es el beneficios propio sino el bien general.
2) Fomentar la competencia de forma artificial, obligando a la empresa que tiene la red (el monopolio natural) a alquilar la red a otros operadores a un precio fijado por el Estado.
3) Esperar a que se abaraten los costes de crear y mantener ese tipo de infraestructuras para que a otras empresas también les salga rentable competir.

El mercado de telefonía y de ADSL se encuentra ahora mismo en una situación en la que cada vez la tecnología para crear estas redes es más económica, y empresas como ONO o Jazztel van poco a poco creando su propia red paralela a la de Telefónica. Sin embargo, no les es rentable llevar el cable a todos los sitios, y para que haya competencia en todo el territorio el Estado tiene que intervenir solucionando este fallo de mercado. Para ello, obliga a la empresa propietaria a ceder su red a otras empresas, a cambio de un precio fijado por el Estado. Ahora, ha decidido reducir el precio que Telefónica cobra a las otras empresas por alquilarles su red. Esto implicará menores precios para los clientes y mayor expansión del ADSL, sobre todo en las zonas rurales. Orange y las otras compañías están contentísimas, aunque Telefónica está en desacuerdo con los nuevos precios (seguramente dirá que no cubren los costes de mantenimiento de la red). La información más detallada en esta noticia de El País y comentada en este podcast.

1 comentario:

  1. El monopolio implica: sin competencia en acceso de alta velocidad, no existen opciones de menor costo o de mayor velocidad y funcionabilidad. Sin garantías de disponibilidad de servicio, el abonado está sujeto a periodos sin servicio que pueden ser considerables. En definitiva, el tener un sólo proveedor obliga al mercado a aceptar lo que ese proveedor esté dispuesto a ofrecer.

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