sábado, febrero 02, 2008

La privatización de Correos

Parece que pese a ser un monopolio natural en el sector de cartas ligeras, el gobierno cree que ya hay suficiente competencia (o podrá haberla) en el sector postal para dejar que el monopolio público se convierta en oligopolio privado. Aunque se pretenda lo contrario, los efectos serán que a medio plazo seguramente los precios suban y el servicio en los lugares menos rentables empeore. Como ha sucedido en otras privatizaciones (telefonía, hidrocarburos...), una vez que las empresas oligopolistas del sector se han repartido la cuota de mercado, el nivel de competencia disminuye y al cabo de unos años el nivel de precios suele ser mayor que antes de la privatización.
La justificación entonces sería la típica en estos casos: la empresa pública no era rentable y la pagábamos con nuestros impuestos. Pues no, en este caso tampoco sirve, porque Correos tiene beneficios desde el año 2000. Al privatizar Correos, se transferirían estos beneficios del sector público a los inversores privados (igual que sucedió con Endesa, Repsol, Argentaria y Telefónica).
En este tipo de decisiones es donde se debería notar que existe alguna diferencia entre un gobierno de derechas y uno de izquierdas. Pero la historia nos dice que en el tema de las privatizaciones no ha habido muchas diferencias...

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