Para conseguir que la información entre oferta y demanda sea más completa y los oferentes no se queden sin vender por no saber realmente cuánto pagarían los compradores, el portal inmobiliario Fotocasa per
mite a los compradores hacer contraofertas. Esto es interesante para un mercado como el de la venta y el alquiler de inmuebles que presenta síntomas de desequilibrio (oferta > demanda). A lo mejor el vendedor sí que está dispuesto a bajar un 10% el precio, pero no lo hace de salida porque -por supuesto- prefiere venderlo más caro y cree que puede hacerlo. Pero, si no es así, la contraoferta supone un regateo virtual y, si así se desea, anónimo, que facilita el flujo de información y posibilita llegar a un acuerdo. Si no hubiera contraoferta el piso se quedaría sin vender por falta de información y porque el oferente no bajaría el precio motu proprio.Así que, ya lo sabe, si va a comprar un piso y el precio de salida le parece caro, haga su contraoferta agresiva -no se corte- y a lo mejor consigue el piso al precio que deseaba. Y para el vendedor, a falta de pan, buenas son tortas.
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