Medidas para fomentar el alquiler de vivienda

En un artículo publicado hoy, El País coloca el siguiente titular: "Los jóvenes rechazan el alquiler, la gran apuesta del Gobierno en política de vivienda". Toma ya. Ahora, para intentar convencernos de que por el gobierno no ha quedado (ha hecho una "gran apuesta") se pasa la responsabilidad de que en España no se alquile a la falta de "cultura del alquiler" que tienen los jóvenes españoles.

Sólo hace falta un análisis no sesgado para darse cuenta de que el periodista pervierte los datos. Hay datos más detallados en el artículo impreso, pero sólo hace falta analizar algunas frases extraídas textualmente del artículo (versión digital):

1. "aunque bajara el precio de los alquileres, casi la mitad seguiría prefiriendo la compra. Y más del 60% responde que, ya que los precios de una hipoteca y un alquiler son muy parecidos, se decanta por la opción de la compra."
2. "En el Ministerio de Vivienda reconocen que, si quieren que el porcentaje de inquilinos se aproxime al de la media europea -en el 38% frente al 11% español-, no sólo deberán hacer el alquiler más atractivo, sino convencer a los jóvenes de que esta opción no es tirar el dinero."
3. "su precio objetivo estaría en 350 euros mensuales y un máximo de 475. Pero ahí es donde se dan de bruces con la realidad, porque la media de los alquileres firmados el año pasado por un piso de 100 metros cuadrados fue de 720 euros al mes; mientras que en algunas comunidades, como la de Madrid, superó los 1.100."

Deducir de esto que los jóvenes rechazan el alquiler es una falta de capacidad de análisis que raya la estupidez o, lo que es peor, la manipulación. Analizando el extracto 1, si "casi la mitad sigue prefiriendo la compra", significa que la otra mitad (algunos menos si quitamos los probables "no sabe, no contesta" de la encuesta) se decantaría por el alquiler si los precios bajaran. Por tanto, según la encuesta, si los precios bajaran podríamos aproximarnos al 38% de alquiler de la Unión Europea y subir mucho nuestro 11%. Es decir, nuestra cultura del alquiler no se diferencia tanto de otros países, y son otros factores los que influyen.

En cuanto a la "gran apuesta" del gobierno... un poquito de por favor. Crear una Agencia Estatal de alquiler que solapa sus competencias con las comunidades autónomas y que ha tenido un volumen de alquileres bajísimo no puede ser considerado una "gran apuesta".

El Ministro de Economía sigue pensando, según informa Expansión, que “la deducción para el inquilino no incentiva el alquiler, sino que aumenta el precio por el mismo fenómeno que decíamos antes con las deducciones: si el arrendador sabe que se puede pagar más, tira hacia arriba”. En cambio, apuestan por “dar una ventaja fiscal al propietario, algo que parece que fomenta más el arrendamiento que dárselo al inquilino”.

Lamentable error del señor Solbes. ¿Por qué no quitar entonces también las deducciones a la compra de vivienda, si el único efecto es que hacen aumentar los precios? Ese doble rasero hace pensar en otros intereses, o en un claro caso de anal thinking.

En todo caso, lo que necesitan los propietarios que no alquilan no es desgravación por las rentas obtenidas, sino la seguridad jurídica ante los impagos o los incumplimientos de contrato. Muchos no lo alquilan ni siquiera en dinero negro por el miedo a no poder echar a inquilinos que no paguen. Primera medida: agilizar las leyes contra el inquilino moroso o caradura, y dar publicidad a estas leyes para quitar el miedo a los propietarios.

Segunda medida, y aún más importante: una desgravación estatal al alquiler equivalente a la desgravación por adquisición. Esa sería una manera sana de hacer bajar el precio de los alquileres e, indirectamente, de las viviendas de compra, cuya demanda descendería. La otra forma, la axfisiante subida del euribor, puede ser un remedio peor que la enfermedad.